Los conocimientos tradicionales son el conjunto de saberes culturales compartidos y comunes a todos los miembros de una misma sociedad, comunidad o pueblo, y que permiten la aplicación de los recursos del entorno natural de modo directo, compuesto, combinado, derivado o refinado, para la satisfacción de necesidades humanas, animales, vegetales y / o ambientales, tanto de orden material o espiritual.
En la actualidad, los conocimientos tradicionales son considerados verdadera “propiedad intelectual” y han adquirido una relevancia nunca antes vista en esta materia, especialmente en todo lo referido a su posesión, preservación, protección y utilización en materias muy diversas como la medicina, la agricultura, la alimentación, la protección del medio ambiente, y -en particular- la conservación de la diversidad biológica. Los CC.TT. son los saberes destinados a satisfacer las necesidades de salud y los tratamientos provenientes de las generaciones pasadas. En América Latina se encuentran íntimamente vinculados con los derechos de los pueblos indígenas.
Sostiene la OMPI que si bien las cuestiones políticas relativas a los conocimientos tradicionales son muchas y variadas, las cuestiones de propiedad intelectual pueden reducirse a dos temas fundamentales:
1. La protección preventiva de los conocimientos tradicionales, vale decir el conjunto de medidas para asegurar que los derechos de propiedad intelectual sobre ellos se atribuyan a los titulares consuetudinarios de esos conocimientos. Entre esas medidas figura la modificación de los sistemas de patentes administrados por la OMPI (el sistema de Clasificación Internacional de Patentes y la Documentación mínima del Tratado de Cooperación en materia de Patentes). En la actualidad muchos países y comunidades, además, están elaborando bases de datos sobre la materia, a fin de probar el “estado de la técnica” y eventualmente anular una reivindicación de patente sobre un determinado conocimiento tradicional.
2. la protección positiva de los conocimientos tradicionales, vale decir la creación de derechos positivos sobre ellos que permitan a sus propietarios ejercer acciones concretas y eficaces contra quienes los utilizan indebidamente. Así, algunos países condenan la biopiratería (Perú) e incluso prevén la repatriación de los productos tradicionales apropiados indebidamente.