Biopiratería: la patente de la «cúrcuma» y el «nim»

Cúrcuma en flor

La cúrcuma (Cúrcuma longa) es una planta de la familia del jengibre utilizada como condimento en la cocina india. También tiene propiedades que la hacen un ingrediente efectivo en medicamentos (para curar heridas y erupciones cutáneas), cosméticos y como tinte de color.

En 1995, se concedió en EE.UU. la patente No 5.401.504 (Uso de la cúrcuma en la cicatrización de heridas). El Consejo Indio de Investigación Científica e Industrial pidió a la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU. (USPTO) reexaminar las patentes, alegando que la cúrcuma se ha usado durante miles de años para la curación de heridas y erupciones cutáneas, por lo que su uso medicinal no era nuevo. Su reclamo fue apoyado por la evidencia documental de los conocimientos indígenas, incluyendo un texto sánscrito antiguo y un artículo publicado en 1953 en el Diario de la Asociación Médica de la India. Luego de examinar la evidencia, la USPTO revocó la patente. El caso resultó satisfactorio, pero el proceso de revocación de la patente y la restauración de la cúrcuma a sus legítimos propietarios fue largo y sumamente costoso. [1]

En 1994, la Oficina Europea de Patentes concedió la patente europea 0.436.257 a favor de la empresa WR Grace Corporation de los Estados Unidos, relativa a un método «para el control de hongos en las plantas con la ayuda de un aceite hidrófobo extraído del neem.»  El neem (Azadirachta indica) es un árbol originario de la India y otros países del Asia meridional y sudoriental. Tiene propiedades como medicina natural, pesticida y fertilizante. El extracto de neem puede ser utilizado en contra de cientos de plagas y enfermedades causadas por hongos que atacan los cultivos. El aceite extraído de sus semillas se utiliza para tratar los resfriados y la gripe, y mezclado con jabón se cree que ofrece alivio de bajo costo de la malaria, enfermedades de la piel y aún la meningitis.

Un grupo de ONG y representantes de agricultores de la India presentó una oposición contra la patente en 1995, junto con pruebas de que el efecto fungicida de los extractos de semillas de neem ha sido conocido y utilizado durante siglos en la India para proteger los cultivos, y por lo tanto la invención reivindicada no era novedosa. En 1999, la Oficina Europea de Patentes (OEP) determinó que, de acuerdo a la evidencia, «todas las características de la presente reclamación se han divulgado al público antes de la patente (…)” y que la solicitud de la patente no entrañaba una actividad inventiva. En consecuencia, fue revocada por la OEP en el año 2000.