Biopiratería en América Latina: Aloe Vera, Ayahuasca y Stevia

El caso de la patente sobre el “aloe vera”

Aloe vera - FloraciónEl aloe vera es una planta herbácea, con hojas carnosas gruesas  y flores de color rojo.  Su uso tradicional ha sido como abortivo, antihelmíntico, laxante, depurativo, digestivo,  diurético y purgante. Es útil en casos de amenorrea, atónica, dispepsia, quemaduras, el resfriado y la tos. También para cólicos, la mejora de las enfermedades de la vista,  de la piel,  tónico para el cabello,  trastornos del crecimiento del pelo, ictericia, supresión de trastornos menstruales y uterinos, hemorroides, fisuras rectales, restauración de la potencia sexual, dispersión de las inflamaciones y eliminación de parásitos. En la actualidad los Estados Unidos han concedido más de mil patentes relacionados con esta planta.[1] Sobre decir que las patentes otorgadas son meras derivaciones de los usos originales de la planta sin que haya mediado invención alguna.

El caso de la patente “ayahuasca” (Banisteriopsis caapi)

Inspirado por el éxito de la India en la impugnación de la patente de la cúrcuma, un desafío fue lanzado contra otra patente otorgada en los EE.UU. Durante generaciones, los chamanes de las tribus indígenas de la cuenca del Amazonas han procesado la corteza de Banisteriopsis caapi para producir una bebida ceremonial conocida como «ayahuasca». La ayahuasca es utilizada en las ceremonias religiosas y curativas para diagnosticar y tratar enfermedades, conectarse con los espíritus y adivinar el futuro. Un estadounidense, Loren S. Miller, obtuvo el patentamiento en los EE.UU. en junio de 1986, otorgándole los derechos sobre una supuesta variedad de B. caapi a la que él llamó «Da Vine» (Reg. No. 5751 del 17 de junio de 1986). En la descripción de su solicitud de patente declaró que la planta «fue descubierta en un jardín doméstico en la selva amazónica de América del Sur”. El titular de la patente alegó que “Da Vine” era una variedad nueva y distinta de B. caapi, principalmente por el color de la flor. La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Cuenca (COICA) y cerca de 400 ONG se opusieron en 1994. En su nombre, el Centro Internacional de Derecho Ambiental (CIEL) presentó una solicitud de nuevo examen de la patente a la USPTO bajo el argumento de que Da Vine no era nueva ni distinta de la b. caapi. Finalmente la USPTO aceptó los argumentos de los reclamantes, fundándose en la falta de novedad pero no aceptó el uso histórico de la B. caapi por parte de los pueblos de la Amazonia. Debido a este tecnicismo legal, Loren Miller apeló con éxito a principios de 2001 y la patente volvió a adquirir validez hasta terminar su vigencia.[2]

El caso de la patente sobre la “stevia” (Stevia rebaudiana Bertoni)

En la Argentina puede citarse un caso más que importante: la Stevia rebaudiana Bertoni, que es una planta originaria del Gran Chaco, cultivada desde tiempos ancestrales por los pueblos indígenas, especialmente los guaraníes.[3] Originalmente fue una planta silvestre, y sus primeros cultivos datan de 1908. Sin embargo, ya era conocida desde mucho tiempo atrás por sus múltiples aplicaciones en medicina y farmacología, y se hizo famosa en los últimos treinta años como edulcorante natural muy superior al azúcar. Actualmente es cultivada en diversas partes del mundo. Supuestas plantas derivadas de la stevia así como nuevos procesos de producción han sido patentados como edulcorantes en los Estados Unidos, Canadá y Japón. En todos los casos se ha invocado la “novedad” del producto o proceso que es objeto de la patente, la cual -como se ha visto en los demás casos presentados- es dudosa.


[1] Entre las principales patentes concedidas se encuentran las siguientes: Patente de EE.UU. 6.375.992, referida a métodos de hidratación de la piel del mamífero que comprende la administración oral de una determinada composición. Patente de EE.UU. 6.372.791, referida a un método para desarrollar el metabolismo celular de la piel. Patente de EE.UU. 6.372.234, sobre productos para aplicaciones tópicas que comprenden cuerpos grasos. Patente de EE.UU. 6.368.639, referida a una formulación a base de plantas destinada al cuidado y reparación de la piel. Patente de EE.UU. (…) Al respecto ver SAHAI, «Imitations not innovations.»

[2] Sahai, Suman, op. cit. pp. 37 y ss.

[3] En el siglo XIX fue descubierta por el botánico suizo Moises Bertoni, quien la hizo conocida fuera de su territorio de origen. Al respecto ver: KIENLE, Udo, RUIZ, Manuel y WILLI, Pedro. “Utilising biodiversity – cui bono? The case of stevia, the sweetener of the Guaraní People”, en serie Gente, alimento y biodiversdad, Eschborn,  Sociedad Alemana de Cooperación Técnica (GTZ), 2008, pp. 1-2.

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